Corazón de Lava nº 11 / Técnica mixta sobre tabla 100 x 81 cm

En esta pieza, el rojo no aparece como una mancha, sino como una línea tensa, casi sísmica, que divide o conecta, sugiriendo el magma interno que habita bajo la superficie. La textura domina la composición: no es un fondo, es protagonista. El soporte parece haber sido erosionado por el tiempo, como si el cuadro hubiese emergido de una grieta volcánica, arrastrando consigo capas de historia, memoria y emoción.

Corazón de Lava nº 11 es un diálogo entre lo orgánico y lo construido, entre el accidente y la intención. Una obra que respira con la fuerza de la tierra y palpita con la sensibilidad de quien sabe escucharla.